También conocida como la "Pequeña Marrakech", es una ciudad fortificada ubicada en el corazón del Souss, en el sur de Marruecos. Conocida por sus murallas rojizas, su vibrante mercado y su rica cultura, Taroudant ofrece una experiencia auténtica y encantadora a los viajeros que buscan alejarse del bullicio de las grandes ciudades.
Fue fundada en el siglo XVI, desde entonces ha sido testigo de guerras, dinastías y cambios culturales que han moldeado su identidad única.
La historia de Taroudant se inicia en el siglo XVI, cuando la dinastía Saadí, liderada por el sultán Muhammad al-Sheikh, decidió construir una nueva ciudad fortificada en el sur de Marruecos. La ubicación estratégica de Taroudant, en la ruta de las caravanas entre el Sahara y Marrakech, la convirtió en un importante centro comercial y militar.
Bajo el reinado de los Saadíes, Taroudant experimentó un rápido crecimiento y desarrollo. Se construyeron murallas defensivas, palacios, mezquitas y otros edificios públicos, transformando la ciudad en un símbolo del poder y la prosperidad de la dinastía. La ciudad también se convirtió en un importante centro religioso y cultural, atrayendo a eruditos, artistas y artesanos de todo el país.
Tras la caída de la dinastía Saadí en el siglo XVII, Taroudant pasó a formar parte del Imperio Alauita, la dinastía reinante en Marruecos hasta la actualidad. A pesar de este cambio, la ciudad continuó siendo un importante centro comercial y religioso.
En el siglo XIX, Taroudant experimentó un período de relativa paz y prosperidad. Se construyeron nuevas infraestructuras, como puentes y acueductos, y la ciudad se convirtió en un popular destino para viajeros y comerciantes.
El siglo XX trajo consigo cambios políticos y sociales a Marruecos, incluyendo la lucha por la independencia del colonialismo francés. Taroudant no estuvo exenta de estos cambios, pero la ciudad logró mantener su identidad y tradiciones.
En la actualidad, Taroudant es un popular destino turístico que ofrece a los visitantes una experiencia auténtica de la cultura y la historia marroquí. La ciudad conserva su encanto medieval, con sus murallas intactas, sus calles estrechas y sus zocos bulliciosos. Taroudant también se ha convertido en un centro de artesanía tradicional, donde se pueden encontrar alfombras, cerámica, cuero y otros productos elaborados por artesanos locales.
A lo largo de su historia, Taroudant ha demostrado una gran capacidad de adaptación y transformación. Desde sus orígenes como una ciudad militar hasta convertirse en un popular destino turístico, Taroudant ha conservado su esencia histórica y cultural. La ciudad continúa evolucionando y enfrentando nuevos desafíos, pero sin perder su encanto medieval y su hospitalidad.
Taroudant ofrece una variedad de atracciones para todos los gustos. Algunos de los lugares más populares incluyen:
Taroudant es accesible por aire, tierra y mar. El aeropuerto más cercano se encuentra en Agadir, a unos 80 kilómetros de distancia. Hay autobuses regulares que conectan Taroudant con Agadir y otras ciudades marroquíes. También se puede llegar a Taroudant en taxi o en coche de alquiler.
1. Vestirse de manera conservadora: Al visitar Taroudant, es importante vestirse de manera conservadora, especialmente al visitar lugares religiosos. Las mujeres deben cubrirse los hombros y las rodillas, y los hombres deben evitar usar pantalones cortos.
2. Regatear: Regatear es una práctica común en los mercados marroquíes. No tenga miedo de negociar el precio de los productos, especialmente si compra varios artículos.
3. Aprender algunas frases básicas en árabe: Aprender algunas frases básicas en árabe le ayudará a comunicarse con los lugareños y a obtener una mejor experiencia en su viaje.
4. Beber agua embotellada: El agua del grifo no es segura para beber en Marruecos. Beba agua embotellada durante su estancia.
5. Estar atento a las estafas: Como en cualquier ciudad turística, es importante estar atento a las estafas. No confíe en personas que le ofrecen ayuda no solicitada o que le piden dinero.