Mejores Ofertas
Viajes con Ofertas Especiales en Mayo, Junio, Julio y Agosto
Ver Ofertas
¡Planea tu próxima aventura!
Envía tu solicitud a los expertos para organizar tu viaje soñado a tu medida.

La Mezquita de Hassan II en Marruecos

La Mezquita de Hassan II, en Casablanca, es una de las más grandes del mundo y una joya de la arquitectura islámica. Con un minarete de 200 metros, exquisitas tallas y una ubicación sobre el océano, es un espectáculo visual. Es una de las pocas mezquitas de Marruecos abiertas a visitantes no musulmanes, permitiendo explorar su grandiosidad y su historia fascinante.

 

¡Planea tu próxima aventura!
Envía tu solicitud a los expertos para organizar tu viaje soñado a tu medida.
Suscríbete a nuestro Boletín

¿Dónde queda la mezquita de Hassan II?

La Mezquita Hassan II es una gran mezquita que se encuentra en la ciudad de Casablanca en el Boulevard Sidi Mohammed Ben Abdallah. 


La designación fue decidida por el rey Hassan II. La misma fue diseñada por el arquitecto francés Michel Pinseau. Su construcción duró ocho años. Su inauguración fue en el año 1993. En la construcción trabajaron unas 2500 personas y 10000 artesanos marroquíes, quienes emplearon mármol, granito, madera, mosaicos y escayola para elaborar los techos, suelos, columnas, etc.

 

Características de la Gran Mezquita Hassan II

La Gran Mezquita Hassan II se ha convertido en un símbolo para la ciudad. Representa la tercera mezquita más grande del planeta, después de las de La Meca y Medina en Arabia Saudita. La altura del minarete es de 172 metros. En su cima, por las noches se proyecta un rayo láser que marca la dirección hacia La Meca, con un alcance de unos 30 km. En su construcción también se han utilizado las últimas tecnologías, por ejemplo resistencia a terremotos, puertas eléctricas, el suelo está provisto de calefacción radiante y el minarete cuenta con un ascensor rápido en el se llega a la cima en un minuto.

 

Además de la mezquita, hay una madrasa (escuela coránica), salas de conferencia, hammams (baños árabes de vapor que incluye limpiar el cuerpo y relajarse), bibliotecas especializadas y un aparcamiento subterráneo.

 

La Mezquita Hassan II se alza majestuosamente sobre una isla artificial en el océano Atlántico, destacándose como una de las obras arquitectónicas más impresionantes del mundo islámico. Con su imponente minarete de 200 metros de altura, esta estructura se convirtió en el templo más alto del mundo en el momento de su inauguración en 1993.

 

Ocupando un área total de 9 hectáreas, la Mezquita de Hassan II en Marruecos representa la tercera mezquita más grande del planeta, después de las de La Meca y Medina. Su majestuosa sala de oración puede albergar hasta 25,000 fieles, mientras que su explanada exterior tiene capacidad para 80,000 personas adicionales. 

 

La majestuosidad de la Mezquita Hassan II en cifras

Construida sobre una península artificial frente al océano Atlántico, la Mezquita Hassan II representa una obra de dimensiones extraordinarias que refleja la grandeza de la arquitectura islámica contemporánea.

 

Dimensiones que asombran al mundo

Sin duda, esta joya arquitectónica impresiona por su magnitud. El complejo abarca una superficie total de 9 hectáreas. Del área total, unos 20.000 metros cuadrados están dedicados al edificio central de la mezquita, mientras que algunas fuentes mencionan una superficie total de construcción de 172.600 m².

La construcción de esta maravilla arquitectónica requirió una inversión de más de 500 millones de euros, financiados mediante suscripción pública, aportaciones de empresas, particulares y el Tesoro Real.

 En las obras participaron aproximadamente 2.500 obreros y 10.000 artesanos procedentes de todo Marruecos, demostrando la magnitud de este proyecto que se inauguró el 30 de agosto de 1993.

 

El minarete: un faro hacia La Meca

El elemento más distintivo de la Mezquita Hassan II es, sin duda, su impresionante minarete. Con 200 metros de altura y una base de 625 metros cuadrados, fue considerado el minarete más alto del mundo hasta 2019, cuando se inauguró la mezquita de Djamaa El Djazair en Argelia.

 

Esta torre monumental está coronada por un jamour (elemento decorativo islámico) de 15,5 metros de altura que pesa 3.700 kg, compuesto por tres esferas que miden 3,80 m, 2,50 m y 1,60 m de diámetro respectivamente. 

 

Además, desde la esfera superior se proyecta un potente rayo láser con un alcance de 30 kilómetros, señalando la dirección hacia La Meca, que funciona tanto como guía espiritual como faro para los barcos que se acercan al puerto de Casablanca.

 

En su interior, el minarete alberga un moderno ascensor con capacidad para 12 personas que permite llegar a la cima en menos de un minuto.

 

Capacidad y espacios principales

La sala de oración principal puede acoger hasta 25.000 fieles, mientras que la explanada exterior tiene capacidad para albergar a otras 80.000 personas, sumando una capacidad total de más de 100.000 devotos.

 

El edificio cuenta con 78 pilares que sostienen un impresionante techo retráctil de madera de cedro, permitiendo que los fieles puedan contemplar el cielo durante sus oraciones. Bajo el edificio principal se encuentra una sala de abluciones de 4.800 metros cuadrados con 41 fuentes de mármol, y un hammam tradicional de 3.000 metros cuadrados dividido en áreas separadas para hombres y mujeres.

 

Asimismo, el complejo incluye una biblioteca pública, una escuela coránica y un museo. Entre sus comodidades modernas destacan el suelo radiante, 25 puertas de titanio y latón, y majestuosos candelabros de cristal de Murano que pesan aproximadamente 1.200 kg cada uno.

 

Secretos arquitectónicos que pocos conocen

Detrás de la impresionante fachada de la Mezquita Hassan II se esconden innovaciones arquitectónicas que combinan tradición islámica con tecnología moderna. Estos elementos, invisibles para el visitante casual, transforman este monumento en una obra maestra de la ingeniería contemporánea.

 

El suelo de cristal sobre el océano

Construida parcialmente sobre el Atlántico, la mezquita presenta un espectacular suelo de cristal en la sala de oraciones. Esta característica única permite a los fieles rezar literalmente sobre el agua. En el centro de la sala principal, una "isla" circundada por cristales forma un canal transparente que se llena de agua, permitiendo observar la sala de abluciones ubicada en el sótano.

 

El techo retráctil: una maravilla de ingeniería

Quizás el elemento más sorprendente es su impresionante techo corredizo de madera de cedro. Con 3.400 metros cuadrados y más de una tonelada de peso, este sistema se abre completamente en apenas cinco minutos, permitiendo a los fieles contemplar el cielo durante sus oraciones. El mecanismo incluye sensores que cierran automáticamente el techo cuando el viento supera los 65 kilómetros por hora.

 

Sistemas antisísmicos ocultos

La mezquita fue diseñada para resistir terremotos gracias a un avanzado sistema antisísmico. En la sala de oración, entre los elaborados mosaicos que simulan una alfombra gigante, se puede observar una junta de dilatación que forma parte del sistema que proporciona flexibilidad a la estructura durante movimientos sísmicos.

 

La acústica perfecta: altavoces invisibles

Dadas sus enormes dimensiones, la mezquita requirió un complejo sistema de sonido para que la voz del imám alcanzara a todos los fieles. Los ingenieros lograron integrar perfectamente los altavoces, camuflándolos en las basas de discretas columnas sobre los elaborados capiteles, creando así una distribución de sonido perfecta sin comprometer la estética del espacio sagrado.

 

Además, el edificio incorpora otras innovaciones como calefacción radiante en el suelo, puertas hidráulicas automatizadas y un ascensor ultrarrápido que permite llegar a la cima del minarete en apenas un minuto.

 

El arte marroquí llevado al extremo

La Mezquita Hassan II representa el máximo exponente del arte tradicional marroquí, donde cada rincón revela el extraordinario talento de los artesanos nacionales que participaron en su creación.

 

Los mosaicos y sus patrones sagrados

El zellige, arte milenario marroquí de mosaico ornamental, alcanza su expresión más sublime en este templo con aproximadamente 10.000 metros cuadrados de superficie decorada. Estos mosaicos presentan cerca de 80 motivos geométricos y florales originales, cada uno con significado simbólico dentro de la tradición islámica. La precisión matemática de estos patrones refleja la búsqueda de la perfección divina mediante formas geométricas que se repiten infinitamente.

 

Los artesanos especializados cortaron y colocaron millones de pequeñas piezas de cerámica esmaltada para crear estos complejos diseños. Además, las paredes exhiben intrincados mosaicos que simulan verdaderas alfombras pétreascon sus vibrantes colores y composiciones simétricas.

 

Madera de cedro: el trabajo de miles de artesanos

Uno de los elementos más impresionantes es la labor en madera de cedro que abarca aproximadamente 53.000 metros cuadrados de superficie tallada a mano. Esta madera, proveniente de los bosques del Medio Atlas marroquí, fue trabajada por cerca de 12.500 artesanos del país.

 

El techo de cedro, con sus elaborados artesonados, representa el pináculo de esta tradición artesanal transmitida de generación en generación. Cada pieza tallada presenta motivos florales y geométricos de una complejidad asombrosa, testimonio de la paciencia y maestría de quienes dedicaron incontables horas a su elaboración.

 

Las fuentes de mármol y su simbolismo

En la sala de abluciones subterránea destacan 41 fuentes de mármol con forma de flor de loto, símbolo de pureza en numerosas tradiciones. Este espacio de 4.800 metros cuadrados cuenta con 600 puntos de agua decorados con las técnicas tradicionales del tadelakt y zellige.

 

Estas fuentes, normalmente reservadas para ocasiones especiales, representan la importancia de la purificación antes de la oración en la tradición islámica. Su diseño floral no solo cumple una función estética sino también simbólica, recordando la conexión entre la naturaleza y lo divino.

Guía completa para visitar la mezquita

 

Para aprovechar al máximo la experiencia en este monumento sagrado, conviene conocer algunos detalles prácticos antes de emprender la visita:

  • Es recomendable mostrar respeto a este lugar religioso, se debe llevar vestimenta decente y respetuosa
  • No fumar ni comer durante las visitas.
  • Es aconsejable llevar calcetines, aunque dan bolsas de plástico, ya que hay que quitarse los zapatos para entrar en la sala de oración.
  • Respetar el horario de las visitas, estar en grupo y respetar el silencio.
  • No traspasar las cadenas que rodean la acequia, por razones de seguridad.
  • No utilizar cámaras vídeo y/o aparato sonoro dentro de la mezquita.


Para evitar aglomeraciones, la primera visita de la mañana suele ser menos concurrida. Alternativamente, muchos visitantes recomiendan el atardecer como momento ideal para apreciar la mezquita bajo una luz especial.

 

 

  Notas:

  • Es la única mezquita en Marruecos que está abierta a los no musulmanes.

  • Los horarios de las visitas se realizan todos los días, excepto los viernes, en horarios de 9:00, 10:00, 11:00 y 14:00, y en verano hay otra a las 15:00. Durante el Ramadán se reducen las visitas, normalmente a las 9:00 y 11:00.

  • El precio de entrada es de 130 dirhams. Hay tarifas especiales para estudiantes, 65 dirhams, pero es necesario mostrar el Carné de Estudiantes Internacional, y para menores de 12 años, 30 dirhams. Es posible pagar con tarjeta de crédito.

 

Qué ver en cada espacio de la mezquita

El recorrido guiado incluye tres espacios principales. Primero, la impresionante sala de oraciones, donde podrás admirar los 78 pilares y el fascinante techo retráctil. A continuación, se visita la base del minarete, donde los guías explican la construcción de esta estructura emblemática.

 

Por último, la sala de abluciones con sus 41 fuentes de mármol ofrece una visión única de los rituales de purificación islámicos. Junto a la mezquita se encuentra también un pequeño museo que exhibe muestras de los materiales utilizados en la construcción.

 

Para optimizar la experiencia:

 

  • Las visitas son guiadas y están disponibles en español, inglés y francés
  • No está permitido fumar, comer o beber durante el recorrido
  • Los viernes tienen horarios limitados al ser día de oración principal
  • La visita completa dura aproximadamente 2-3 horas

 

Conclusión

Sin duda, la Mezquita Hassan II representa mucho más que un simple lugar de culto. Este monumento extraordinario fusiona magistralmente la tradición islámica con la innovación moderna, desde su impresionante minarete hasta sus intrincados mosaicos artesanales.

 

La grandeza arquitectónica del edificio, evidenciada por su techo retráctil y su suelo de cristal sobre el océano, refleja la ambición y visión de sus creadores. Los detalles artísticos, plasmados por miles de artesanos marroquíes, transforman cada rincón en un testimonio vivo del patrimonio cultural del país.

 

Finalmente, esta joya arquitectónica de Casablanca abre sus puertas tanto a fieles como a visitantes, permitiendo que todos puedan maravillarse ante su esplendor. Los horarios flexibles y las visitas guiadas facilitan que cualquier viajero pueda descubrir los secretos de este gigante sagrado, cuya majestuosidad perdurará como símbolo del arte y la fe marroquí durante generaciones.

 

Vive la experiencia de un monumento icónico sobre el océano. ¡Planifica tu visita con nuestros paquetes a Marruecos!

¡Planea tu próxima aventura!
Envía tu solicitud a los expertos para organizar tu viaje soñado a tu medida.