El sol imparable, los aromas a especias y el murmullo de los zocos al caer la tarde convierten a Marruecos en verano en un destino tan vibrante como diverso. Cada rincón del país late con una energía que mezcla tradición y modernidad: playas bañadas por el Atlántico, valles verdes que se refugian del calor en las montañas del Atlas y dunas doradas que guardan noches llenas de estrellas. Si sueñas con un viaje que despierte tus sentidos, esta guía te mostrará cómo transformar el calor estival en el mejor aliado para descubrir la esencia marroquí.
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