Abu Simbel es un lugar arqueológico de interés constituido por dos templos de Abu Simbel excavados directamente en la roca, considerados entre las joyas más impresionantes del antiguo Egipto. Los templos forman parte del Museo al Aire Libre de Nubia y Asuán, que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1979 con el nombre de Monumentos de Nubia, desde Abu Simbel hasta Filae.
Los templos de Abu Simbel son una parada imprescindible en cualquier viaje a Egipto y forman parte de los principales lugares turísticos de Asuán, representando uno de los logros más extraordinarios de la arquitectura faraónica.
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El templo de Abu Simbel está situado en el extremo sur de Egipto, en la ribera occidental del lago Nasser a unos 230 km al suroeste de Asuán. Su ubicación remota, cerca de la frontera con Sudán, lo convierte en un destino que requiere planificación, pero la experiencia de visitarlo vale cada minuto del viaje.
Abu Simbel significa "el padre de la espiga". Los templos fueron construidos por orden del faraón Ramsés II, hijo de Seti I, uno de los gobernantes más poderosos del antiguo Egipto.
La construcción del templo se inició aproximadamente en 1284 a. C. y duró unos casi 20 años, hasta 1264 a. C. Es uno de los seis hipogeos excavados en la roca, una técnica arquitectónica que requería conocimientos excepcionales de ingeniería y planificación.
El propósito del templo era impresionar a los vecinos del sur y reforzar la influencia de la religión egipcia en la región. El templo fue construido en el reinado de Ramsés II para conmemorar su victoria en la batalla de Kadesh (1274 a. C.). Está dedicado al culto del propio Ramsés así como al culto de las grandes deidades del antiguo Egipto: Amón, Ra y Ptah. De esta manera, el faraón se situaba como una divinidad más del panteón egipcio.
Entre 1964 y 1968 el conjunto de los templos hubo de ser reubicado debido a la construcción de la presa de Asuán y la subsecuente formación del lago Nasser. Para evitar que estas joyas arqueológicas quedaran bajo el nivel de las aguas, un equipo internacional de ingenieros procedió a cortar grandes bloques de más de 20 toneladas cada uno y trasladarlos a un nivel más elevado.
Este proyecto de salvamento fue uno de los más ambiciosos de la UNESCO y marcó un precedente en la conservación del patrimonio egipcio, demostrando que la humanidad podía unirse para preservar tesoros culturales de valor incalculable.
Organizar una excursión a Abu Simbel es una experiencia inolvidable que te permitirá descubrir uno de los conjuntos monumentales más impresionantes de Egipto. Los templos de Abu Simbel te sorprenderán desde el primer momento con su magnificencia y simbolismo.
Entre las maravillas que ver en Abu Simbel destacan:
La fachada del templo tiene 33 metros de altura y 38 metros de ancho, y en ella cuatro estatuas sedentes custodian el acceso. Cada una de ellas mide unos veinte metros de altura y están esculpidas directamente sobre la roca, representando a Ramsés II sentado en un trono y con la doble corona del Alto y Bajo Egipto, símbolo de la dominación que ejercía sobre todo el valle del Nilo.
Una de las estatuas resultó dañada por un terremoto, lo que no resta a la majestuosidad del templo, que aún asombra a sus visitantes. Este "defecto" añade un elemento histórico que recuerda los milenios transcurridos desde su construcción.
Al adentrarte en el templo de Abu Simbel, descubrirás una serie de salas hipóstilas decoradas con relieves que narran las victorias militares de Ramsés II y escenas de ofrendas a los dioses. Las columnas están adornadas con representaciones del faraón como Osiris, el dios de la resurrección.
El santuario interior alberga cuatro estatuas: Ptah, Amón-Ra, Ramsés II divinizado y Ra-Horajti, todas ellas talladas en la roca viva de la montaña.
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El templo fue construido con tal orientación que durante los días 21 de octubre y 21 de febrero (61 días antes y 61 días después del Solsticio de invierno, respectivamente) los rayos solares penetran hasta el santuario, situado al fondo del templo, e iluminan las caras de Amón, Ra, y Ramsés, quedando sólo la cara del dios Ptah en penumbra, pues era considerado el dios de la oscuridad.
Este fenómeno astronómico demuestra los avanzados conocimientos de astronomía del antiguo Egipto y la precisión con la que los arquitectos egipcios podían planificar y ejecutar construcciones monumentales.
No se sabe a ciencia cierta por qué se eligieron estas fechas, e incluso a través de observaciones astronómicas se ha confirmado que en el momento de su construcción, hace más de 3200 años, el fenómeno sucedía el 22 de octubre y el 20 de febrero, esto es 60 días antes y después del solsticio de invierno.
El templo menor de Abu Simbel se encuentra al norte del templo principal y está dedicado a la diosa Hathor y Nefertari, la esposa favorita de Ramsés II. Esta dedicatoria es extraordinaria, ya que raramente las reinas egipcias recibían templos de tal magnitud.
La fachada de este templo está decorada con seis estatuas de pie, de las cuales cuatro representan al faraón y dos a su esposa. En su interior encontramos una sala hipóstila con seis columnas cuyos capiteles se encuentran decorados con la cabeza de la diosa Hathor, representada como una mujer con orejas de vaca.
La sala este contiene algunas escenas que muestran a Ramsés y su esposa ofreciendo sacrificios a los dioses. Tras esta sala se encuentra otra que muestra escenas similares. Al fondo del templo se halla el santuario que contiene una estatua de la diosa Hathor.
Los templos de Abu conforman un conjunto arquitectónico único que refleja el poder, la devoción y el amor del antiguo Egipto, siendo testimonio de una civilización que dominó el arte monumental como ninguna otra.
La excursión a Abu Simbel desde Asuán es una de las actividades más populares en Egipto. Planificar tu visita con anticipación te permitirá disfrutar plenamente de esta maravilla arqueológica.
Para poder realizar una excursión a Abu Simbel es necesario salir de Asuán, y una excelente opción de llegar a esta ciudad es a bordo de uno de los Cruceros por el Nilo que te permitirá tener una visión diferente de Egipto.
Independientemente de la opción que elijas, te recomendamos reservar tu excursión a Abu Simbel con anticipación, especialmente durante la temporada alta (octubre a abril), cuando la afluencia de visitantes es mayor.
Horario: 5:00 – 18:00 horas
Mejor momento para visitar: Temprano en la mañana (entre 6:00 y 9:00 am) o al atardecer para evitar el calor intenso y las multitudes.
Precio de visita del templo de Abu Simbel
Para aprovechar al máximo tu visita a estos templos monumentales y disfrutar de todo que ver en Abu Simbel, ten en cuenta estos consejos:
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